miércoles, 14 de septiembre de 2011

La adorable Zooey

A las comedias les ocurre al revés que a los dramas: los primeros episodios, en lugar de ser de lo mejor, están menos inspirados. Deben demostrar tantas cosas (¡con gracia!) que muchas veces hacen un popurrí atropellado que combina una premisa, la presentación de los personajes y encima deben demostrar qué clase de humor quieren escribir. Modern Family, por ejemplo, hizo un piloto tan perfecto que incluso quedó frío (aunque brindó ese momento Rey León que está en nuestras mentes para la eternidad), y Community y Cougar Town tardaron varias semanas en saber qué clase de gags les funcionaban mejor.


Por esto cuando llega el otoño no presto demasiada atención a las nuevas sitcoms. Cuesta tener expectativas porque lo más importante nunca son sus actores y los planteamientos; lo son los guiones y el estilo que quiera adoptar y, dependiendo de cómo funcionen los gags, funcionará la serie. Las comedias siempre se tiran a la piscina. O tienen gracia o no la tienen. Do or Die.


New Girl, la única sitcom de la que he podido ver el piloto, de momento está en fase de prueba. Lo de menos es que vaya sobre una chica de pueblo con el corazón roto que empieza a vivir con tres solteros. Sí que importa, en cambio, que los gags se presenten de una forma bastante atropellada. Es un defecto que le atribuimos al hecho de ser piloto, pero nadie ha demostrado lo contrario. Y tampoco es buena señal que el gag sobre Dirty Dancing sea el clímax que quiera enganchar al espectador. Si creyeron que era un momento muy bien construido, estaban equivocados.


Lo que sí tiene gracia, en cambio, es Zooey Deschanel. Esta musa moderna que ha tenido momentos muy poco inspirados (estoy seguro que El Incidente de M. Night Shyamalan sería mucho mejor si ella no apareciese por allí) y otros icónicos (500 Días Juntos) podría ser cansina sobre todo en una serie que juega todas sus cartas en la adorabilidad de la actriz. Sin embargo, la chica tiene chispa y consigue transmitir, como dijo Montsinya en el último podcast de Yo Disparé a J.R., su condición de unicornio, de bestia preciosa que proviene de otro mundo (de aquí que, siendo tan mona, ni se dé cuenta de su potencial). Sé que hay opiniones muy divergentes al respecto, pero de momento yo compro a esta Zooey naíf, aunque nunca haya podido escuchar más de dos canciones suyas seguidas.


Igualmente no me fío de las comedias y aún menos me atrevo a hacer predicciones. Creía, por ejemplo, que Apartment 23 sería divertidísima con James Van der Beek parodiándose y ya la dan por muerta (críticamente hablando) mientras que 2 Broke Girls recibe elogios cuando tenía muy mala pinta. Y tengo la impresión que New Girl, pudiendo ir por el buen camino, irá por otro (el de quemarse en 13 episodios). Todo dependerá de que sepa encontrar su nicho de humor y que sepa diferenciarse de todas esas otras series sobre compañeros de pisos, que hay demasiadas y hasta cuesta diferenciar las malas (Friends with Benefits, Mad Love) de las buenas (Happy Endings).

3 comentarios:

Julio C. Piñeiro dijo...

A ver, habiendo visto los trailers, casi tenías visto el piloto. Pero precisamente lo que en el último se puede ver, que no aparecía en el primero, es, por un lado, el tema de la ruptura de uno de los chicos, o lo que es lo mismo, a la par que ayudan y protegen a este corderito adorable, su misma presencia acabará influyendo, para bien, en sus propias vidad; y por el otro, uno de sus gags más recurrentes, el camino hacia su propia mitología, como es el bote en el que obligan a meter dinero al "guaperas" cada vez que suelta o hace una babosada.

Todavía quedan por (empezar a) definir al personaje del entrenador, demasiado plano y soso por ahora (que por cierto, cambiará de actor a partir del siguiente capítulo), y a la amiga de la prota, casi sin presencia. Pero de momento, la serie parece que se encamina hacia su objetivo, encandilar tanto al público masculino como al femenino, en la línea de How I Met (con cuyo protagonista han comparado en más de una ocasión al personaje de Zooey). Lo cual, de cara a la conquista del sector masculino, tendría aún más mérito, por el género del personaje protagonista y su eminente centralidad.

satrian dijo...

Estoy de acuerdo que son los guiones y el estilo lo que da el alma a las sitcom, yo tampoco creo que lo mejor del capítulo fuera el momento Time of my Lifeeee... sin embargo Zooey está muy bien y otras muchas cosas me gustaron mucho, una comedia de buen rollo y pelín frikilla, sin necesidad de excesos, ni mala leche.

Crítico en Serie dijo...

Julio C. Piñeiro, no había visto tantas promos, me temo. Por eso gran parte aún me sorprendió (o no). Y sí, cosas como el bote están bien... pero deben andarse con cuidado. Estas cosas te las puedes permitir cuando has creado tu propio mundo y es un poco reconocible. Antes de tiempo, puede distanciar al espectador. O no. No lo sé. El terreno de la comedia cada día me parece más... impredecible.

Satrian, ella es friki. La serie no lo es (diría). Para frikismos, está Happy Endings ahora mismo (y ahora me doy cuenta: mi problema es que estoy demasiado enamorado de Happy Endings para fijarme en otras comedias).