sábado, 12 de mayo de 2012

Los años de los cirujanos



Por primera vez me he tomado la molestia de averiguar a qué edad dejan de ser residentes los médicos en Estados Unidos. La causa, como os podéis imaginar, son los chicos de Anatomía de Grey. Ocho temporadas después, aún están en las mismas y, según lo que he leído, es completamente coherente. Lo que más despertaba mi curiosidad, sin embargo, era averiguar qué edad tienen supuestamente los chicos del hospital. Y aquí van algunas de mis averiguaciones y consecuentes contradicciones:
En el país del líder del mundo libre, como diría la Shonda de Scandal (que es la misma, no nos engañemos, aunque allí le sale muchísimo peor), se debe estudiar ciencias durante cuatro años en la universidad (en algunas tienen programas de tres años específicos para futuros estudiantes de medicina), después cursan la carrera (major, que dicen ellos), de los cuales dos son teóricos y otros dos son prácticos, y finalmente empiezan la residencia en un hospital, que puede variar según la especialidad.
En este punto, digamos, es donde comienza la serie cuando Meredith llega al Seattle Grace tras enrollarse con un desconocido de pelo sedoso la noche anterior, al que echa de casa por la mañana. Empieza una residencia supuestamente de siete años, que acaba siendo de ocho por arte de magia, y estructurada en dos partes. Primero son internos durante tres años, en los que sólo aprenden, y después pasan a ser cirujanos residentes en proceso de formación.
Si hacemos los cálculos, entonces, se supone que los jóvenes protagonistas tenían entre 25 y 26 años durante el primer año y que actualmente tienen unos 33 o 34, aceptando que ninguno cursó otros estudios, que yo sepa, y exceptuando a Lexie. La pequeña Grey puede ser la única residente menor que Meredith y Christina que compite con todos ellos por la atención de los doctores y las operaciones, pues llegó al cabo de tres años (tiempo suficiente para que su padre dejara la madre de Meredith e iniciara una familia de múltiples retoños). Sus compañeros de batalla, en cambio, siguen pasando por el pasillo con tanta presencia como las enfermeras que, por cierto, deben dominar todos los cotilleos del hospital. Presencian todas las declaraciones de amor, las trifulcas y están bien calladas como las profesionales (extras) que son.
Es interesante, por lo tanto, contemplar como todos parecen tener edades distintas. Ellen Pompeo, por ejemplo, sufre el síndrome de Dylan y sus 42 años no muy bien llevados nos obligan a poner en duda continuamente la verosimilitud de su personaje, mientras que Justin Chambers con sólo un año menos nos la cuela y Sandra Oh oculta su edad tras sus rasgados ojos (40). De los históricos, la única creíble era Katherine Heigl (34) y Shonda no quiso que regresara en esta última temporada (terrible noticia, pues es una diva como Dios manda); y ahora Sarah Drew (31) y Jesse Williams (30) casi colarían más como hijos de Meredith y no como compañeros de quinta.
Claro que, al lado de Ellen Pompeo, quién no parece joven. Callie (36), Arizona (35) y Bailey (42) parecen tener edad para ser sus alumnas (y la tienen casi todas las actrices, claro) y cuesta imaginarse que Derek (46) tenga más de diez años que ella. Pero también es curioso que, ahora que Mer está a punto de dar el salto como cirujana cualificada, nos damos cuenta de cómo han cambiado las cosas en el Seattle Grace. Cuando la serie empezó, por ejemplo, Bailey estaba en el mismo lugar que Grey en la sexta temporada y, a diferencia de ella, se tuteaba con Weber y Sloane de igual a igual, al igual que lo hacía Callie. En cambio, Yang, Grey y Karev son tratados como si fueran bebés a los que aún no pueden quitar los pañales. Por no decir que Bailey era la gran robaescenas y se sacó el temible examen (los boards) sin pestañear, ya que ni nos enteramos y eso que entonces ya era madre.
¿Y toda esta entrada a qué viene? Pues obviamente estaba tan traumatizado con el último cliffhanger de Shonda, que decidí alienarme de toda realidad y pensar en si Anatomía de Grey conseguía tener alguna clase de coherencia. Y sí, puede haber tenido una cronología lógica. Lo que no está tan claro es que Shonda entienda de sutilezas y de arcos argumentales. Una bomba en el segundo año, vale. Un tiroteador en el sexto, también. Pero diría que los pobres chicos del Seattle Grace ya han tenido suficientes malas experiencias como para que encima les ocurra eso. Claro que necesitaban una excusa para que no dejaran el nido. Y nosotros que no queríamos que lo dejaran, que ya que ha llegado a una novena temporada, espero que por lo menos cumpla una década en antena. Y con los históricos. Pero un poquito de por favor. Como dirían mis amigos, Damon Lindelof estaría orgulloso de Shonda, lo cual a estas alturas ya no sé si es precisamente un piropo.

3 comentarios:

mely dijo...

Esta claro que Shonda necesita desesperadamente tirar de alguna muerte gratuita para llamar la atención, por lo pronto conmigo logro su cometido porque estoy deseando ver quien es el que muere que va a "afectar" a tantos personajes.

Interesante análisis de lo que dura una residencia en estados unidos, desde luego mucho tiempo si hay que invertir en estudiar medicina y creo recordar decir a cristina que tiene un doctorado pero no estoy muy segura.

la frase de la ultima serie de Shonda "líder del mundo libre" desde luego es para enmarcar, pero claro en esta serie se gastan unas.... yo los capítulos que he visto los he tomado mas como cómicos que como cualquier otra cosa.

Eternal Hope dijo...

jeje, ya veo que tu odio hacia Shonda permanecerá y permanecerá por siempre y jamás a lo largo de los tiempos. Y no te hace falta razón.
Se agradecen mucho estos artículos. Es algo que siempre había pensado pero siempre se me había quedado ahí pululando. Siempre tienes en el recuerdo aquellos adolescentes que nunca salen del instituto u otros personajes que se encuentra atrapados en un tiempo y lugar y parecen no progresar. Shonda tendrá muchas cosas malas, pero me alegro que por lo menos una de las cosas buenas que posea sea la de respetar los tiempos establecidos marcados en la realidad y seguidos en la ficción para entrar en el hospital, ser residente y todo lo demás.

Por otro lado quedan los problemas que ya comentas de las diferentes edades y síntomas de vejez que da cada actor, junto al rango distinto que adopta cada personaje a una edad idéntica en comparación a otro...pero bueno, ese un tema ya más subjetivo y en el cual,además, ya no puedo opinar con tanta soltura pues Anatomía de Grey es una serie que ya dejé hace 2-3 temporadas, cuando Yang y Meredith me empezaron a enervar y aburrir más de la cuenta

Crítico en Serie dijo...

Mely, no solamente necesita de una muerte para que le paren atención, sino que encima sobran varios personajes en AdG. A ver quién es el 'afortunado'.

Eternal Hope, no odio a Shonda. Hizo Anatomía de Grey que durante un tiempo lo fue todo. El problema es que no ha hecho nada más. Todos los subproductos que ha estrenado desde entonces tienen lo peor de ella y, cuando Shonda escribe mal, es fatal.