domingo, 3 de junio de 2012

La fe en la venganza

El planteamiento de Revenge es de esos que obligatoriamente despiertan algunas dudas. Es lo que tiene contar una historia con un principio y un final. Al más ligero bache, el espectador se pregunta hasta qué punto no acabará alargándose la trama innecesariamente y si esta trama siempre estará a la altura. Pero al final todo se reduce a una cuestión de fe. ¿Tiene Mike Kelley cartuchos para varias temporadas?
Se supone que cuando el creador de Revenge propuso la serie a la cadena, tuvo que explicarles que su argumento podía prorrogarse varios años. Las cadenas no lanzan series en septiembre para que les duren cuatro días (aunque a veces lo parezca). Pero estamos tan curados de espanto, que a veces es difícil creer que estos planes estén realmente tan elaborados y no estén sobados de antemano. Diría que fuimos bastantes los que vimos a qué quedaba reducida Prison Break en la segunda temporada y desde entonces ya no nos pillan desprevenidos. Por esta razón, porque el final de temporada incluso guardó alguna similitud con la perpetua huída de Michael Scofield, es inevitable desconfiar.
A partir de aquí, spoilers del tramo final.
Con esto me refería, por supuesto, a la macro-conspiración diseñada para acabar con el padre de Amanda Clarke y donde los Greyson sólo son teóricamente peones. Cada vez que en alguna serie aparece de fondo una organización más terrible que la propia CIA, me entran mareos porque la experiencia nos indica que los personajes difícilmente no acabarán perdidos en semejante berenjenal. Y efectivamente Revenge ha decidido pisar un terreno peligroso.
A su favor se puede decir que, de momento, Kelley ha sabido manejar sus intrigas. Puede hablar de conspiraciones terroristas con cuatro actores y dos decorados y, a pesar de notarse un poco barata, cubre las expectativas y siempre otorga un par de momentos para la historia. Cualquier parpadeo de Madeleine Stowe ya sirve y, si alguien se sintió estafado por la muerte de Tyler no quiso ver la cantidad de pistas que nos dejaron. Mientras que yo era de los ingenuos que al principio creía que el fiambre en la playa sería Daniel, no pude obviar cómo el argumento fue dejando intuir que no sería así.
También hay que reconocer, sin embargo, que en este último tramo también se perdió bastante temple con los personajes. Mientras que compro cualquier escena con Victoria Greyson y sus maquinaciones finales, otros seguimientos se notaron torpes como el giro moral de Daniel y la repentina confesión de Emanda (“Tell Jack I love him”). Que hayan quitado los matices al heredero y hayan apostado en su totalidad por una química que no funciona (si Jack fuera más soso, se confundiría con el mobiliario del bar), dan que pensar sobre si el creador sabe manejar sus variables (sobre todo cuando no le funcionan).
Pero, como he dicho al principio, al final todo se reduce a una cuestión de fe. Kelley tenía pensada así la temporada y así nos la ha ofrecido y, condenarle por capítulos que aún no ha escrito, es injusto. Al fin y al cabo, nos ha brindado uno de los mayores placeres televisivos de este año y por esto esperaré con ansias y esperanza el segundo tomo de la venganza de Amanda. Será interesante ver si potencian la vertiente Sydney Bristow del personaje y, sobre todo, quién interpretará a la madre. Que se barajen nombres como Rebecca De Mornay o Sharon Stone me pone los pelos de punta y, si consiguen alguien a la altura, Revenge incluso puede saltar a otro nivel. Cuantas mas zorras, mejor.

4 comentarios:

elclubsilencio dijo...

Es cierto que la última etapa de la serie ha sido algo azarosa, pero la season finale ha ayudado a recobrar la fe de la que hablas. Han conseguido darle la vuelta a la venganza para que empiece de cero en la segunda temporada sin quemar todos los cartuchos de la primera.

Aun así, alguna faceta de los personajes es muy débil; no me creo el "amor" entre Amanda y Jack, que sigue totalmente desdibujado. Más les vale hacer algo con él para la próxima temporada antes de que se les vaya más de las manos.

Un saludo :)

Wendy Darling dijo...

Para mí, los capítulos posteriores al parón del capítulo 16 han sido los peores de la serie... tal vez porque la inercia había acabado, tal vez porque no sabían cómo alargarlo, tal vez porque no se dan cuenta que hay historias que no interesan lo más mínimo, y que solo sirven para rellenar (el amorío de Victoria con el pintor, los devaneos de la hija con Declan...). Para mí lo peor fue el capítulo de la "Fiesta de Fin de Año", algo totalmente innecesario y que a nadie le interesaba.

Para mí la serie perdió fuelle cuando dejó de ser sobre "el enemigo de la semana". Una procedimental sobre venganzas, con trama de fondo. Eso es lo que nos enganchó, y no el pseudo-culebrón de amigas traidoras, amigas más traidoras todavía pero embarazadas, decidirse entre el novio soso y el sosísimo...

Acontreras dijo...

Es verdad que después del parón del capítulo 16 se introdujeron historias que no aportaban nada (la de Victoria con el pintor, que parece que era para lucimiento de Purefoy y poco más) y se alargaron otras que tampoco son especialmente fuertes (Declan y Charlotte) aunque esta última se resolvió de forma interesante en la finale con el lado más "zorra" de Charlotte, que, de sobrevivir, puede ser interesante siempre que no se vuelva a los errores cometidos antes. En cuanto a Declan, nada que decir, sobra y se reafirma en la finale.
Lo que no entiendo muy bien es lo extraño que os parece el amor entre Jack y Amanda. Con independencia de cómo surgiera (probablemente como dijo Pere en el podcast, enseñándose los genitales xD) lo que estaba claro desde el principio de todo era que estaban enamorados el uno del otro. Y en ningún momento eso ha cambiado. Por parte de Jack al liarse con la Amanda de falsete (que tampoco sé cómo le puede recordar a la Amanda pequeña porque esta es más basta...jajaja) y por parte de Emily porque siempre hemos visto que tenía debilidad por él y que Daniel era un simple peón de su venganza. Por lo menos, yo nunca he pensado ni me ha parecido que Emily sintiera algo por Daniel más allá del cariño y del sentimiento de culpabilidad que pudiera tener por usarle así que en ese sentido no me chirría nada. Emily simplemente admite algo que estaba claro.
Espero que para la segunda temporada consigan fichar a una mujer que haga de madre de Emily que ponga todo patas arriba!
Un saludo! =)

tania dijo...

Estoy de acuerdo contigo. A mí JAck me encanta; yo sí veo química entre ellos.
Lo mejor de la serie Madeleine Stowe.