viernes, 22 de febrero de 2013

Los ochenta casos de Alicia

Estamos a 22 de febrero y hace cinco días que se emitió ‘Red Team, Blue Team’ de The Good Wife. En estos pocos días he leído que ha sido y será el mejor episodio de la temporada y ya está en algunas quinielas como el mejor en general del año, ya no sé si solamente de estos casi dos meses o también de lo que queda. El hype no me extraña. Es muy buena televisión y en él están todos los elementos que hacen que The Good Wife sea una de las series más apreciables del panorama.

Si todavía no sabéis quién jugaba en cada equipo, podéis dejar de leer esta enésima oda a Alicia Florrick.

Podría loar cómo las maquinaciones de Alicia y Cary fueron estimulantes, cómo ese juicio de mentira fue una gran macguffin para que la protagonista manifestara su frustración y también como las tramas de los secundarios ayudaron a que no perdiéramos la panorámica a la esfera personal de Alicia, que incluye su familia y la carrera de su marido. El matrimonio King entiende muy bien el medio en el que trabaja y le saca todo el potencial, profundizando a través de la excusa (el caso) y dando complejidad a través del alivio cómico (Eli, que está allí para recordarnos que Peter es una pieza fundamental).

Pero para argumentar porqué el episodio de esta semana fue tan bueno, quizá esto no sea razón suficiente. O, por lo menos, no lo diferencia de los 79 que lleva a sus espaldas donde en todos, en mayor o menor medida, utilizan la misma infalible táctica. Puede que estuviera mejor escrito o que simplemente fuera un episodio de eclosión, de esos donde explota algún elemento en concreto de la narración. Y lo fue. Fue el episodio donde Alicia Florrick finalmente estalló, después de hacer unos cuantos amagos durante la presente temporada.

Para entender de donde venía la protagonista, me gustaría robar primero una idea de The A.V. Club donde sostienen que en el fondo Alicia actuó como una mujer despechada. Según el autor del artículo, cuando su matrimonio le falló, ella sustituyó su matrimonio por Lockhart and Gardner y, de la misma forma que cuidaba laboriosamente a su familia para que fuera feliz, desde entonces ha estado trabajando diligentemente para el bufete. Se entregó por completo y le molestó la falta de integridad de aquellos a quien ha servido y de quienes se ganó el prometido ascenso que después le quitaron de delante de sus narices, como si fuera una becaria todavía cursando el último año de Derecho.

Está, por supuesto, el beso de Will, del que prefiero interpretar que simplemente tienen una tensión sexual imposible de resolver. Tiempo atrás, ella hubiera dudado durante días. Esta vez, en cambio, se regañó en seguida, demostrando que está trabajando en otra dirección, en la de Peter. Puede que su compañero de trabajo siempre la haya apreciado como la mujer inteligente y sagaz que es, pero Peter también ha aprendido a apreciar esta Alicia y se ha impuesto la noble misión de mejorar como persona, lo que incluye como político y como marido. Y Zach y Grace de fondo bien nos recordaban que Alicia tiene unas obligaciones que Will no tiene. Admiro que a estas alturas en lugar de estar embobados con la posibilidad de dejarse llevar por el romance, los King nos hayan llevado a preguntarnos de verdad qué camino queremos que siga Alicia. Personalmente, opto por Peter.

Y finalmente estuvo esa traición a Cary Agos, quien le había propuesto fundar un bufete los dos juntos y gracias a sus mejores clientes. Otra evolución latente en todo momento. Peleados en un primer momento, aliados al cabo de cuatro años. Del Cary engreído, al Cary maduro. Pero, como siempre, en espectros opuestos después de que David Lee finalmente le propusiera a Alicia ser socia capitalista. Entonces el consejo de Dianne del episodio anterior cobró sentido, cuando aceptó una buena oportunidad aunque fuera por las razones equivocadas. Y se la merecía, y tanto, pero acabó siendo una victoria amarga.

Por lo tanto, The Good Wife sigue fluyendo, sigue entreteniéndonos y sigue dándonos a todos sus personajes, incluso cuatro años después de arrancar. De la misma forma que nosotros podemos echar la vista atrás y pensar cuánto hemos cambiado en los últimos cuatro años. Qué esperábamos, qué hemos hecho y dónde estamos. Porque Alicia, al igual que nosotros, puede que no esperara estar en ese punto de su vida, casi reconciliada con un marido que opta a Gobernador, con unos hijos cada día más emancipados emocionalmente, con un puesto de socia capitalista en uno de los mayores bufetes de Chicago y amistada con la ex amante de su Peter. Pero su vida ha ido por este camino y nosotros, que hemos estado viendo y analizando cada paso en esta dirección, somos testigos de lo coherente de la narración, de este viaje a través de los ochenta casos de Alicia.

2 comentarios:

Diana Hernández dijo...

Hablar de The Good Wife es hablar de clase, de saber hacer y de verdad. Quizá la razón que nos lleva a ensalzar este episodio como uno de los mejores sea precisamente esa evolución de Alicia, ese "Basta ya" en toda la cara de Will. Su, hasta ahora, jefe, su hasta no hace mucho, amante.

En estos cuatro años hemos visto un caminar herido, pero también obligado por las circunstancial, hacia la realización personal.

Veo a Alicia Florrick donde quiere estar, y eso me llena de felicidad.

Estupendo artículo^^

Inma dijo...

Sin duda un Capitulazo Enorme!!!
El juicio me pareció mega divertido. En serio existen los juicios simulados en los USA? Brutal!!
Creo que ya es la 2a vez que Cary le dice lo de formar bufete no? Esto me suena de otra temporada. O al menos yo he tenido un dejà vú con esto!
Darán alguna pista sobre lo del Marido de Kalinda? Joer qué Intriga!! A ver si hay algún acercamiento C-K!
Eli dejará la Campaña? Pensé que se iría en plan Pues si no me queréis me voy o algo así!!!
El Beso un Gran Momentazo! Y Alicia explotando lo más. Debería cantar las 40 más a menudo. La verdad es que creo que no debería ni volver con Peter ni estar con Will.