jueves, 4 de abril de 2013

Ryan, Joe y Alicia

No haré énfasis en tu adicción a la bebida en el libro. Es un cliché algo cansino”, le dice Joe Carroll a Ryan Hardy en el último episodio de The Following.


Ha pasado bastante desde que los aprendices de psicópatas dejaron los cuchillos a un lado y decidieron adaptar Soñadores de Bernardo Bertolucci (versión ridiculez extrema), y una pregunta que algunos se hacían era qué había ocurrido con el alcoholismo de Ryan, el señor que tomaba vodka para desayunar. Por fin, algunos sucesos han disparado otra vez los instintos más destructivos del policía y le hemos visto con una botella otra vez. Lo que no sé es si Kevin Williamson hizo alusión al vicio de forma irónica, asumiendo que es un recurso muy manido y planteándose dejarlo, o si es muy poco consciente de lo que tiene entre manos.

De momento, puede que la serie haya perdido todavía más momentum alrededor de la investigación. Desde que descubrimos que Joe Carroll había creado una comuna de psicópatas, una idea muy perturbadora sobre todo porque los integrantes se parecen a cualquiera de tus vecinos o hasta a tu propia abuela, todo han sido movimientos estúpidos. Hardy se ha consolidado semana a semana como el peor detective del planeta, siendo incapaz de tomar una buena decisión aunque su vida dependa de ello, y la trama se resiente.

Él ocupa la mitad de los minutos de cada episodio y no es ni la mitad de interesante que Carroll y sus discípulos. Y ellos, de mientras, fingen una normalidad que no me creo. Quiero que algún lector psicólogo me lo confirme, pero dudo que un grupo de psicópatas con ansias de matar pueda vivir en armonía, recibiendo desprecios de algunos de los capataces. Pero tengo curiosidad por ver hasta dónde van a llegar de cara al fin de la primera temporada y qué plan tienen preparado para la segunda. La locura puede ser máxima.


El final que también está muy cerca es el de The Good Wife. Ya sé que meterla en un mismo artículo con The Following es una indecencia pero no quería dedicarle otra entrada entera, en parte porque todavía me queda un episodio por ver. Sin embargo, no podía seguir con mi vida sin comentar en unas líneas Death of a Client, no tanto porque aparezca John Noble (Walter y Walternate en Fringe) sino por su contenido.

No sólo aprendemos un par de detalles en la vida de Alicia Florrick (de hecho, algo muy habitual en esa época) sino que el matrimonio King pone en evidencia que un episodio a base de flashbacks puede funcionar. Unos flashbacks amables de final sorprendente y emotivo, que permiten que el aura de la protagonista todavía se eleve un poquito más (y ella, de paso, avance). Cada día un poquito más Santa Alicia, por más que mande a la mierda a Mike Kresteva, protagonista de otra escena memorable con Peter.

Y, como curiosidad, ya hay quienes piden el Emmy de actor invitado para Noble (que no Matthew Perry, pasado de rosca como siempre), para que el equilibrio del universo pueda restaurarse. Ni lo descarto ni lo predigo, que esto de los premios se me da de pena, pero sí avanzo que no me molestaría.

1 comentario:

Sopranismo Ilustrado. dijo...

No seré yo quién vaya a defender The Following, pero en el cap ya le dicen a Carroll que los chicos tienen sed de sangre y que se están empezando a poner nerviosos. Vamos que es como vivir en la Mnsión Playboy y que Hugh Heffner no enseñe alguna "conejita" de vez en cuando...
Por cierto sería una serie perfecta para sacar más estrellas invitadas haciendo de chalad@s. Una de ellas podría ser Betty White, que la 3ª edad tb se vea representada en esta locura.